Las personas que estudian oposiciones sufren a menudo lo que se denomina como síndrome del opositor. Se trata de un trastorno o desorden psicológico que deriva de los esfuerzos que supone un reto de este tipo.

La ausencia de recompensas a corto plazo, los sinsabores que supone tener que dedicar múltiples horas de esfuerzo, como si se tratara de una dedicación laboral, pero sin réditos económicos, y la pérdida de perseverancia son episodios comunes en muchos estudiantes.

Qué es el síndrome del opositor

El fenómeno conocido como síndrome del opositor es el proceso a través del cual los estudiantes de oposiciones muestran incapacidad de sentirse bien debido al estrés, el agobio y la ansiedad que les hacen padecer las largas sesiones de estudio.

En un proceso tan largo como es el de conseguir un puesto de empleo en el sector público con este tipo de convocatorias, hay mucha gente que se pregunta cómo ayudar a un opositor. La primera clave es descubrir los síntomas.

El trastorno se refleja en los episodios de estrés y ansiedad que sufren los estudiantes o en el sentimiento de soledad que supone pasar mucho tiempo aislado socialmente. El estrés es consecuencia directa de la sensación de sobrecarga, el hecho de pensar que no se va a ser capaz de llegar a todo lo que la oposición demanda.

En los casos más problemáticos, este estrés concluye en ansiedad, con incertidumbre en el futuro si no se alcanzan los objetivos marcados. A su vez, las personas que desarrollan el síndrome del opositor dudan constantemente sobre la idoneidad de seguir estudiando y sobre si merece la pena continuar con tanto esfuerzo.

Finalmente, todo esto puede trasladarse a una falta de salud, incluso en el aspecto físico, porque se somatizan emociones: dermatitis, problemas digestivos, dolores de cabeza… O problemas mentales, con alteraciones en el estado de ánimo.

Principales causas del síndrome del opositor

Una vez conocidos los síntomas, toca estudiar las causas de este síndrome. La principal suele ser un exceso de autoexigencia. Es sabido que para estudiar oposiciones es importante dedicar muchas horas y dejar a un lado la pereza y la procrastinación. Sin embargo, situarse en el otro extremo tampoco es muy sano.

Los opositores deben desarrollar hábitos saludables de estudio, con suficiente disciplina, pero sin abandonar el sentido común y cierta flexibilidad.

Otra debilidad en este proceso es la presión externa, sobre todo cuando hay cuestiones económicas alrededor. Estudiar oposiciones suele suponer una merma en la obtención de ingresos. Encontrar el equilibrio en estos casos no siempre es fácil.

Por último, no hay que olvidar la desilusión y la tristeza del opositor, pues al final son personas que pueden caer en el aburrimiento, en la desidia de tener que realizar siempre las mismas actividades, sin tener a mano ciertos estímulos que le animen a seguir estudiando.

Claves para combatir el síndrome del opositor

Hay muchos mecanismos disponibles para enfrentar estas sensaciones negativas. En primer lugar, hay que tener claro que la valía de una persona no depende exclusivamente de conseguir una plaza. El aprobado no te define como persona.

Planificación en los estudios

Como segundo mecanismo, es fundamental planificar bien las horas de estudio, con objetivos alcanzables en el tiempo, adaptando el horario a tus características, tu forma de ser y tus necesidades como persona.

Hábitos saludables

Este hábito implica también comprender que no todos los días son iguales, por lo que habrá momentos en los que no puedas rendir al 100 %.

No obstante, un buen rendimiento está muy vinculado a unos hábitos saludables, con una dieta equilibrada, suficientes horas de sueño y descanso confortable.

No olvides sacar tiempo para el ocio, para desconectar de la realidad de las oposiciones. El tiempo libre no es improductivo, sino que es una forma de resetear.

Confiar en los profesionales

Para finalizar, confía en centros y academias especializadas, pues pueden ofrecerte mucha asesoría y resolver todas tus dudas. Ese es nuestro caso, pues en Luis Vera contamos con numerosos profesionales especializados en la formación y preparación de oposiciones.

 

El síndrome del opositor es una sensación muy común entre numerosos opositores. No hay que tener miedo a este fenómeno, sino que hay que hacerle frente, con una actitud mental positiva, hábitos saludables de estudio e inquietudes que vayan más allá de los estudios.

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